Este horneado de ravioles es una excelente opción para una comida ajetreada entre semana. Solo necesitas 5 ingredientes y la preparación es muy sencilla. 

Otra gran ventaja de esta receta es que se puede preparar con ravioles frescos o congelados. Los ravioles refrigerados se hierven durante aproximadamente 3 a 5 minutos antes de ensamblar la cazuela y se hornea en aproximadamente 35 minutos. 

De cualquier manera, tendrás una deliciosa comida familiar en la mesa con un mínimo esfuerzo que te ayudará a nunca olvidar los momentos especiales.

Ingredientes para los ravioles al horno 

Consejo rápido: Empieza a volver inolvidables todas tus comidas familiares o reuniones con amigos cocinando una sopa de tortilla, ya que además de ser deliciosa va muy bien con otros platillos.

  • 20 onzas de ravioles de queso refrigerados (o alrededor de 20 a 24 onzas de ravioles congelados)
  • 3 1/2 a 4 tazas de salsa marinara (aproximadamente 28 a 32 onzas)
  • 1 taza de queso ricotta
  • 3 tazas de queso mozzarella rallado (o más)
  • 2/3 taza de queso parmesano rallado , cantidad dividida
  • 1 cucharada de albahaca fresca picada (o perejil fresco picado), opcional

Pasos para hacerlo

Reúne los ingredientes. Engrasa ligeramente una fuente para hornear de 3 cuartos y precalienta el horno a 350 F.

Si usas ravioles frescos refrigerados, hierve una olla grande de agua y cocina los ravioles durante el tiempo mínimo que se indica en el paquete. Escurre bien. Si usas ravioles congelados, omite este paso.

En un tazón pequeño, combina el queso ricotta con 1/3 de taza de queso parmesano.

Extiende aproximadamente 1 taza de salsa marinara en el fondo de la fuente para hornear preparada. Cubre con la mitad de los ravioles y otra taza de salsa marinara.

Vierte la mezcla de queso ricotta uniformemente sobre la salsa y cubre con aproximadamente 1 a 1 1/2 tazas de queso mozzarella.

Cubre la cazuela con los ravioles restantes, el queso mozzarella y el 1/3 de taza restante de queso parmesano.

Hornea la cazuela de ravioles frescos durante 30 a 40 minutos, o hasta que se dore y burbujee por los bordes. 

Si usas ravioles congelados, cubre la fuente para hornear con papel de aluminio y hornea por 35 minutos. Destapa y hornea durante 20 a 30 minutos adicionales, o hasta que esté dorado y burbujeante.

Retira la cazuela de ravioles en una rejilla y déjala reposar durante 10 minutos antes de servir.

Adorna los ravioles horneados con hojas de albahaca picadas o en rodajas, si lo deseas. Sirve con queso parmesano extra para espolvorear.

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