Todos hemos probado la comida italiana al menos una vez, ya sea una rica pizza, un plato de pasta o, ¿por qué no?, una rica rebanada de tiramisú. ¡Conoce a continuación algunos de los platillos italianos que más les gustan a los fanáticos de la comida de Italia!

Pasta

Un ícono nacional, amado en todo el mundo, es la pasta. Nacida en Sicilia, en poco tiempo amplió su producción a otras regiones junto al mar que en su momento contaban con puertos y un clima ideal para el secado del producto.  Entre las zonas más famosas se encuentran Nápoles e Imperia.

Y después de la pasta, tuvimos que seguir con ñoquis, otro plato típico italiano. Los ñoquis son pequeñas bolitas de masa de patata. Cada región tiene su propia variación, pero los ingredientes más típicos son el queso, las espinacas, los huevos y una variedad de salsas.

Roma, sin embargo, se convirtió en la capital de los espaguetis, y donde “spaghetti alla carbonara” hizo historia. Nació casi por casualidad, de la imaginación de un joven cocinero de Bolonia, que añadió tocino con yema de huevo, leche, nata y queso a la pasta.

Pizza

Inevitable si hablamos de comida italiana tenemos que mencionar la pizza, un símbolo nacional, un alimento que representa a Italia en el mundo, y que ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Cada fabricante de pizza tiene sus propios secretos y cada pizza, hecha de harina, agua, levadura de cerveza y sal, se puede rellenar o cubrir de muchas maneras diferentes.

La pizza original fue creada en Nápoles, en el sur de Italia, a finales del siglo 18 en honor a la reina de Italia, Margherita di Savoia. Se presenta con una “corniciona” alta (el borde) y es más baja en el centro, y se hornea estrictamente en un horno de leña.

La “pizza margherita” es la más famosa y sencilla de las pizzas, con su salsa de tomate, mozzarella y albahaca, recordando los colores de la bandera nacional.

Risotto

El risotto es un plato típico del norte de Italia que se puede cocinar de infinitas maneras. Cremoso y rico en quesos, se prepara con arroz típico de las zonas del norte, como las variedades Arborio, Carnaroli y Vialone, y se cocina lentamente en caldo.

Entre los más populares se encuentra el “risotto alla milanese”, que se prepara con vino blanco, queso parmesano, mantequilla, cebolla y azafrán, lo que le da su inconfundible color amarillo.

Pero también se puede hacer con muchos otros ingredientes como calabaza, radicchio rojo, champiñones, salchichas o mariscos.