Para los amantes de las recetas con pollo nutritivas, traemos esta receta que seguramente se convertirá en tu forma favorita de comer caldo de pollo en casa. Se trata de una receta muy sencilla, muy nutritiva, baja en grasas. Ideal para los días fríos de invierno, y para muchos un complemento imprescindible para tratar gripas o resfriados.

Lo cierto es que, aún en días cálidos, esta sopa es la predilecta de muchos usuarios ya que es un clásico de la comida casera reconfortante, porque, dicho en pocas palabras, sabe a hogar.


Ingredientes

1 pollo desmenuzado, sin piel.

2 zanahorias grandes, cortadas a la mitad

2 tallos de apio, a la mitad, más hojas de apio, para servir

1 cebolla, cortada en cuartos

1 diente de ajo picado.

1 hoja de laurel

4 ramitas de perejil

Sal kosher

200 gramos de fideos grueso. Preferentemente de huevo.

Eneldo picado, para servir

Direcciones

Coloca el pollo en una olla de olla a presión eléctrica (o ponlo a cocer en agua por al menos un par de horas); agregue zanahorias, apio, cebolla, ajo, laurel, perejil, 3/4 cucharadita de sal y 6 tazas de agua. Bloquea la tapa y cocine a alta presión durante 15 minutos. Usa el método de liberación rápida para liberar presión, luego abre la tapa. Transfiere el pollo al tazón y las zanahorias y el apio a la tabla de cortar y deja enfriar.

Cuela el caldo en la olla a través de un tamiz de malla fina, desechando los sólidos restantes; transfiere de nuevo a la olla, y cocina la mezcla a fuego lento. Agrega los fideos y cocine hasta que estén tiernos, de 5 a 6 minutos.

Mientras tanto, corta las zanahorias y el apio en trozos pequeños y desmenuza el pollo en trozos grandes, desechando la piel y los huesos. Agrega el caldo y sirve la sopa espolvoreada con eneldo y hojas de apio si lo deseas.

Esta receta de pollo sirve hasta para 6 porciones y el tiempo total de preparación, usando la olla a presión, es de tan solo 30 minutos. En cuanto a la información nutricional, esta sopa cuenta con un aproximado de 300 calorías y 16 gramos de grasa por porción. Si te interesa reducir al máximo las grasas, te recomendamos retirar la piel del pollo antes de ponerlo a cocer.